Rika, la protagonista de esta novela, es una recién casada que intenta de manera humilde corresponder a la imagen que se ha forjado de la felicidad conyugal, pero no tarda en darse cuenta de que entre ella y su marido no hay nada que compartir. Para salir de esa nada en que se ha convertido su vida, Rika solo ve una opción: reintegrarse al mundo laboral, alcanzar cierta autonomía económica, a la vez que algo de vida social. Consigue un puesto en un banco para vender depósitos de ahorro a una clientela muy particular: personas mayores cuya confianza se debe ganar con visitas regulares a sus domicilios y aceptando sus invitaciones a compartir un rato de conversación alrededor de una taza de té. Cuando un joven se cruza con ella en casa de su abuelo, Rika ha basculado ya hacia una verdadera adicción. Esa mujer corriente acabará por concebir y realizar uno de los mayores fraudes bancarios de la época. Mitsuyo Kakuta explora en cada una de sus novelas los efectos de la sociedad contemporánea en la psicología femenina. Sus heroínas son inolvidables precisamente por ser tan cercanas: una suma de sentimientos, a menudo complejos, y a la vez el producto de las circunstancias y los acontecimientos siempre imprevisibles.