En este brillante ensayo, que perfila los límites de la multitud y desvela los procesos crípticos que nos conforman, Agustín Fernández Mallo traza una genealogía de un capitalismo indefinidamente expansivo, partiendo de una idea del ser como una entidad incompleta, dispersa y difuminada desde la primera interacción del cuerpo con el entorno. Ya en la era premoderna, las religiones, las ideologías políticas, los sistemas filosóficos y las ciencias han tratado de analizar al ser humano, de recopilar la información cuantificable sobre la gente, para producir un conglomerado uniforme e indiferenciado, una forma de multitud cuyo comportamiento, tanto individual como colectivo, sea predecible. Este ensayo propone que los mismos mecanismos operan en la Red, un espacio que acoge todos los datos contables de los individuos en una masa anónima, y que genera, a través de los algoritmos y a una velocidad tan rápida que se nos escapa, una identidad fantasma para cada uno de nosotros, que ya no es la que teníamos (o creíamos que teníamos), sino una amalgama de la que surge nuestra identidad estadística, un conglomerado de datos estadísticos operados por bots que manejan nuestras emociones y determinan nuestras decisiones. Así, Agustín Fernández Mallo nos descubre que, en contra de lo que pudiera pensarse, el capitalismo está hoy lejos de ser depuesto o superado, y, a través de un análisis ameno, sorprendente y esclarecedor, reflexiona acerca de grandes cuestiones filosóficas como dónde queda la libertad en este contexto, qué ocurre con la relación con el otro, por qué, en un mundo ambivalente entre lo analógico y lo digital, aparece una soledad inédita, cuál es el territorio de la intimidad y de la creación en este hábitat en el que nos desarrollamos y vivimos como multitud.