Octubre del 2010, Madrid. Nada ni nadie imaginaba que una ciudad cosmopolita, corazón financiero y político de España, fuera arrasada en tan poco tiempo por un virus tan letal que la práctica totalidad de la humanidad se viera reducida a la extinción. Los que antes caminaban normalmente por las calles de Madrid, ahora lo hacen transformados en monstruos resucitados en busca de sus presas, los vivos.